PREMIO
NACIONAL DE NARRATIVA Y ENSAYO JOSÉ MARÍA ARGUEDAS: EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS
SEUDÓNIMO:
UNENDLICHKEIT
José María Arguedas Altamirano fue un
gran escritor peruano, su vida no a sido la más fácil, la pérdida temprana de su madre, el maltrato por parte de su madrastra y
hermanastro, la repetida ausencia de un padre viajero, el fracaso de su
matrimonio, el no poder tener hijos, la sensación de marginalidad entre el
mundo indígena y los europeos, y el no saber a donde pertenecía verdaderamente
hace que su vida sobre todo su infancia tenga mucho sufrimiento a mi parecer
Sus obras explican y cuentan
creo yo lo que le pasaba, pensaba, creía o lo que vivió, viviendo en un mundo
donde vio
desde muy pequeño la discriminación contra los indígenas esas dos culturas
viviendo en un mismo lugar.
Yo creo que él quería sus obras dar a
conocer eso, la revalorización del arte indígena,
reflejada especialmente en el huayno y
la danza ya que tuvo contacto estrechísimo con cantantes, músicos, danzantes de
tijeras y diversos bailarines de todas las regiones del Perú.
Creo pensar que tuvo un conocimiento profundo de los indígenas
porque al
vivir en las comunidades campesinas asimiló sus costumbres y
su cultura a quienes ayudaba en las faenas agrícolas cuando escapó de la casa de su madrastra.
vivir en las comunidades campesinas asimiló sus costumbres y
su cultura a quienes ayudaba en las faenas agrícolas cuando escapó de la casa de su madrastra.
A mi parecer es un hombre muy conocedor y comprensible de lo que
pasaba a su alrededor.
Me impresionan sus esfuerzos aunque al final se halla suicidado,
su forma de pensar me agrada es diferente, yo creo que en esos tiempos la gente
no pensaba nada más de lo que le habían enseñado, pero el si lo hacía, es para
mí como que hacía reflexiones mediante sus obras enseñando a esa cultura que
también estaba ahí y que no debía ser discriminada, que también importaba que
la variedad cultural, que debía ser valorizada y compartida para aprender y
comprender y así convivir mejor.
Compartir nuestras
riquezas, mostrar la diversidad cultural
existente que era verdaderamente fuente
de gran riqueza para nuestras culturas y que el respeto y la valoración de
nuestra diversidad contribuyen al dinamismo social y económico, y son factores
positivos para la cohesión social, el
desarrollo humano, los derechos humanos, la coexistencia pacífica, la no discriminación, la aceptación a lo que
parecía diferente pero que al conocerse podrían comprenderse.
El aprender a querer al resto, en buscar la armonía y la paz que
se estaba perdiendo o que ya estaba perdida.
Pensar en el resto, tener empatía, ser
solidarios y no sólo buscar nuestro propio beneficio o bien sin importarnos el resto que de verdad
sufría al no ser libres, no ser indiferentes ante los demás.
Yo creo que José María Arguedas quería
eso que nos diéramos cuenta de lo que sucedía o mejor dicho de lo que hacíamos
a los indígenas que también eran seres humanos de carne y hueso, como ellos que
también sentían y padecían y que no merecían lo que les pasó, que estaban
sumisos por temor a la gran violencia con la que se les trataba.
A pesar de su padecimiento en su niñez
por diversos maltratos me parece que trató de superarse conforme iba creciendo
estudiando mucho, cuando su padre lo recogió después de que el abandonara la
casa de su madrastra, lo acompañó a sus frecuentes viajes laborales conociendo
cientos de pueblos, luego se fue como interno en
el Colegio Miguel Grau de los Padres Mercedarios, mientras su padre continuaba
su vida itinerante. Dichas peripecias a través del sur del Perú y su internado
en el colegio abanquino serían evocadas después en su novela "Los ríos profundos",
su obra maestra. Recibiendo
en el Perú el Premio Nacional de Fomento a la Cultura “Ricardo Palma”
Creo que con esta novela marcó el comienzo de la corriente indigenista, pues presentaba por primera
vez una lectura del problema del indio desde una perspectiva más cercana
haciéndonos lo ver mejor y claro.
Lo
que pienso es que nos hacía ver mecanismos de discriminación y etnocentrismo hacia
de los pueblos indígenas.
Quiero
decir el creerse superior. Este hecho se refleja por ejemplo en
los peyorativo que
daban a los indígenas y en las expresiones positivas
que los europeos se aplicaban así mismos. Dentro de esta ideología, juzgaban a los indígenas en
relación a su propia cultura o grupo particular, especialmente en lo referido
al lenguaje, las costumbres, comportamientos, religión y creencias.
Estas diferencias de formas de pensar y actuar son las que creo en
mi opinión quería resaltar José María Arguedas en sus obras.
La discriminación e indiferencia todavía hoy en día existe a pesar
de los muchos esfuerzos que se hace para que termine, gracias a la
incomprensión y no entendimiento hacia a los demás, el mundo esta separado por las formas de
pensar, creer, actuar u origen.
La ambición existente en ese entonces hacía que las cosas no
cambiasen y José María Arguedas mediante sus escritos quería lograr que acabase
el dolor, las indiferencias por la raza, y lo terriblemente que se hacía
gracias a eso.
Aprender a apreciar y querer el medio donde vivimos creo que es el
primer paso para la verdadera valoración a la diversidad de nuestro alrededor.
La cultura abarca una gran variedad de
características lingüísticas, raciales, étnicas, sociales y espirituales, por
nombrar sólo algunas, que ayudan a definir la identidad de una sociedad, una
comunidad o un país. La diversidad cultural tiene profundas repercusiones sobre
la sociedad y los derechos humanos, y cada vez más se la percibe como un factor
importante del desarrollo y la mejoría para todos.
Es muy importante tomar en cuenta eso.
Sus obras para mí reflejan un gran
sentimiento de parte de José María Arguedas como se dice “ver para creer” y el
vio esa parte que los demás no observaban y recopiló sus experiencias o
vivencias convividas con los pueblos indígenas, sufrió en carne propia el desprecio de los costeños hacia los
serranos.
Tenía sensibilidad
por la marginación y quería sacarla a flote para que la vieran y reconocieran y
no dejarla como si no existiera.
Ganó diversos premios por sus obras, tuvo
grandes cargos, fue maestro de varias escuelas en Lima, viajó a países de
Europa. A pesar de tener grandes logros personales y profesionales había caído
en depresión, pero siguió escribiendo. Ya que había ido a un psicólogo y este
le había recomendado seguir escribiendo, que no parase.
Fomentó en sus obras mensajes sobre lo multicultural que tenía el Perú, hacer
intercambio de informaciones sobre las culturas, para aprender más sobre ellas,
analizarlas y no excluirlas.
José María Arguedas es un
creador genial, irremplazable, vital, multidimensional, reformador de una nueva
nacionalidad, gran apasionado en las trincheras del arte y la reflexión.
Entender
al Perú como totalidad social, donde lo indígena, lo campesino, lo andino, lo
cholo, exacerbado, excluido, minimizado o ignorado era su especialidad, su gran
comprensión y paciencia era lo que le hacían pensar así a mi parecer.
Aunque
también él podría haber querido que hagamos interculturalidad, que es la
interacción entre culturas que reconocen su diversidad en condiciones
horizontales de equidad.
La
lógica de la interculturalidad plantea no terminar con las diferencia, sino
hacer una convivencia armónica, es decir, no hacer prevalecer las
particularidades porque terminaríamos eliminando la identidad de otros humanos.
Algo
que también puede que sea muy probable por
lo menos yo lo creo así.
La
identidad cultural está relacionada con la interculturalidad, la identidad
cultural plantea que la cultura debe ser considerada como un conjunto de los
rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las
artes y de las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los
sistemas de valores, las tradiciones y costumbres,
Creo
yo que la identidad cultural se va construyendo a lo largo de todo el proceso
de desarrollo de una persona, e incluso podría involucrar el pasado histórico
de la persona.
Cada
cultura es única, pueden tener ciertos parecidos pero jamás serán iguales,
saber quiénes somos de dónde venimos es muy importante para la identidad de
cada persona y no debemos perderla.
Aprender
a aceptar al resto tal y como es lo que tal vez probablemente él quería, sin
dejar de ser nosotros, no perder nuestra identidad al convivir con otros, más
bien todo lo contrario, compartir nuestros conocimientos, sentimientos, formas
de pensar y así poder convivir en mejores condiciones.
Los
valores son muy importantes para coexistir también, ya que sin ellos seríamos
unos mediocres.
La
humildad, la empatía, la honestidad, el respeto y la solidaridad deben
resaltarse mucho si es que se quiere llegar a vivir pacíficamente, y no sólo es
resaltarlos sino también poner los en práctica y así cumplir como personas que
somos.
Deseaba
tal vez José María Arguedas que compartamos mutuamente la historia de cada
cultura, su forma de vivir, ya que no
vivían igualmente, lo que podíamos hacer para vivir mejor y no seguir con la
indiferencia.
Sus
creencias por divinidades religiosas por ejemplo también eran diferentes pero
si analizaban bien podrían guardar relación, nada más por la diferencia
lingüística tal vez era porque no se comprendían.
Tenían
ideas diferentes uno del otro, pero la vanidad y la ambición traída por los
europeos lo cambió todo, ya que los indígenas tenían mucho oro eran muy ricos
en diversos aspectos, entonces ellos decidieron aprovecharse de esos bienes con
los que el Perú había sido bendecido.
José
María Arguedas también escribió poemas donde asumía conscientemente la
tradición de la poesía quechua, antigua y moderna, y que convalidan con la
visión del mundo que la anima, revitalizando sus mitos esenciales y condensan
en un solo movimiento la protesta social y la reivindicación cultural.
La
valoración de la infancia (ingenuidad, comunidad) y la inmersión de José María
Arguedas en la naturaleza son motivos que dejan de ser un tema y se convierten
en el modo de visión.
Esas podrían ser su formas de ver al
mundo o sea su cosmovisión y que podría hacer por el para mejorarlo, sobre todo
la parte de su entorno donde ya había experimentado más el mal y el sufrimiento.
Todo esto demostraría que José María
Arguedas se preocupaba por los demás y que era una buena persona. Tratando de
explicar y dar a conocer lo que se negaba ver pero que estaba presente,
mostrando la variedad cultural que había que el Perú, que no podía ser idéntico
en todas partes que todo tiene diferencias, pero que aun así el Perú puede
estar unido conviviendo como mejor sea posible en beneficio de todo y no solo
de algunos cuantos.
El reconocer que somos distintos es
muy bueno, ya que así se podría analizar
los diferentes puntos de vista, los sentimientos, los deseos de todos y así
elegir lo correcto.
Ser democráticos y respetuosos,
respetando las ideas, creencias o sentimientos contrarios a los tuyos.
En sus obras e podido leer algunas
costumbres usadas por los indígenas que eran rechazadas por los europeos y que
yo sé que eran sometidos a tener costumbres o tener creencias iguales a ellos.
Nos estaban quitando la libertad de ser nosotros.
Esta por ejemplo algo que se sabe, la
religión, la imposición de que los indígenas se vuelvan católicos.
También el aprender hablar español
para poder comunicarse era necesario sí, pero no obligatorio ni de la manera en
que lo impusieron.
Él
siempre explicaba los prejuicios racistas, regionalistas y anticapitalistas.
José María Arguedas sacrificó su talento y su fama de buen escritor por
inclinarse demasiadamente al realismo indigenista, pero no desistió continuó
defendiendo al pueblo indígena.
Él
en sus obras no busca
necesariamente el uso de un estilo formal y estético, sino que por encima de
eso busca resquebrajar esos muros que han mantenido oprimidos a los indígenas
por tanto tiempo.
Es así como José María Arguedas lucha por la
preservación de la pluriculturalidad y multilingüismo en el Perú empleando en
sus obras las dos lenguas de las cuales él tiene conocimiento el quechua y castellano y que no busca imponer una
encima de la otra, sino que trata de que éstas traten de complementarse, pues
si bien son lenguas distintas, ambas muestran una sola sensibilidad: la del
peruano.
Arguedas siempre hablaba de lo social y cultural, proponiendo nuevos
enfoques en una nación donde hay mucha diversidad pero a la vez hay
hostilidades y discriminaciones entre unos y otros. Tal vez el mestizaje para
Arguedas estuvo por encima de todo porque buscaba que haya una igualdad entre
todas las personas del Perú, y no que haya esa desigualdad que hasta nuestros
días permanece donde unos salen más beneficiados que otros a raíz del
sacrificio de la mayoría.
En
la actualidad la mayoría de países, especialmente hispanoamericanos, son
culturalmente diversos. Esta diversidad plantea una serie de cuestiones
importantes y potencialmente conflictivas. Así, minorías y mayorías se
enfrentan cada vez con más insistencia respecto a temas como derechos
lingüísticos, la autonomía regional, la representación política, las reivindicaciones
territoriales, la política de inmigración, ahora último se habla, por ejemplo,
de los cambios de nacionalidad.
El Perú es un país infinito mediante el conocimiento de todo
cuanto se descubre en el mismo. No creo que
halla país más diverso, más múltiple en variedad terrena y humana; todos
los grados de calor y color, de amor y odio, de manera de pensar y actuar o de
sentir.
Creo
yo que él tenía una mirada más profunda a la literatura con respecto al conflicto
de la identidad peruana, y las diferentes variedades de culturas que abarcan en
nuestro país.
El sí aprendió a vivir, ver y
reconocer a su entorno de la manera más clara que creo que pudo, con una mirada
no sólo a lo exterior sino también a lo interior de las personas.
Para
José María Arguedas estos dos mundos que se habían encontrado le fue muy
importante aprendiendo de ella a lo largo de su vida y mostrándolas en sus
obras como una forma de incentivar al cambio y aceptación de dos culturas
diferentes.
Empleando sus propias vivencias como un pequeño puentecillo que
permita unir el mundo el cual
tiene tanta variedad.
Pienso que deberíamos a aprender de él
viendo las cosas no como las queremos ver sino como son en realidad.
Debemos querer lo que tenemos en el Perú, si pensamos que unos
son mejores que otros no vamos a llegar a ningún lado, pensemos pues que sin la
existencia de una cultura o una lengua, el Perú simplemente no sería Perú. No
tendríamos ninguna identidad, no tendríamos ese sentimiento de pertenecer, de
ser parte de algo. No seríamos nada.
Nosotros que tenemos diversidad cultural no sabemos cuidarla,
valorarla, ni conservarla y eso debería ser diferente.
“El zorro de arriba y el zorro de
abajo” fue su última obra póstuma que no
la acabó, porque se suicido, pero en sus páginas traza una explicación
de la crisis que lo llevó al suicidio.
Sus
textos están caracterizados por la presencia de lenguas y culturas del Perú.
Mi forma de pensar como fue que pensó
José María Arguedas que era el Perú, son esos diferentes puntos de vista que he
tenido de él, partiendo de cómo fue su vida
y qué lo llevo a escribir con ese sentimiento de afecto y tristeza hacia
la vida de aquellos pobres que padecieron en esas épocas y la venida de otros
que los sometieron cruelmente.
Está es una persona increíble no lo
creen, bueno para mí si lo es. Es verdad, ahora lo ven, él nos hizo conocer y
reconocer el encuentro de dos mundos como ningún otro.