sábado, 15 de septiembre de 2012

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS


PREMIO NACIONAL DE NARRATIVA Y ENSAYO JOSÉ MARÍA ARGUEDAS: EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

SEUDÓNIMO: 
                                   UNENDLICHKEIT

José María Arguedas Altamirano fue un gran escritor peruano, su vida no a sido la más fácil, la  pérdida  temprana de su madre, el  maltrato por parte de su madrastra y hermanastro, la repetida ausencia de un padre viajero, el fracaso de su matrimonio, el no poder tener hijos, la sensación de marginalidad entre el mundo indígena y los europeos, y el no saber a donde pertenecía verdaderamente hace que su vida sobre todo su infancia tenga mucho sufrimiento a mi parecer
 Sus obras explican y cuentan creo yo lo que le pasaba, pensaba, creía o lo que vivió, viviendo en un mundo donde vio desde muy pequeño la discriminación contra los indígenas esas dos culturas viviendo en un mismo lugar.
Yo creo que él quería sus obras dar a conocer eso,  la revalorización del arte indígena, reflejada especialmente en el huayno y la danza ya que tuvo contacto estrechísimo con cantantes, músicos, danzantes de tijeras y diversos bailarines de todas las regiones del Perú.
Creo pensar que tuvo un conocimiento profundo de los indígenas porque al
vivir en las comunidades campesinas asimiló sus costumbres y
su cultura a
quienes ayudaba en las faenas agrícolas cuando escapó de la casa de su madrastra.
A mi parecer es un hombre muy conocedor y comprensible de lo que pasaba a su alrededor.
Me impresionan sus esfuerzos aunque al final se halla suicidado, su forma de pensar me agrada es diferente, yo creo que en esos tiempos la gente no pensaba nada más de lo que le habían enseñado, pero el si lo hacía, es para mí como que hacía reflexiones mediante sus obras enseñando a esa cultura que también estaba ahí y que no debía ser discriminada, que también importaba que la variedad cultural, que debía ser valorizada y compartida para aprender y comprender y así convivir mejor.
Compartir nuestras riquezas,  mostrar la diversidad cultural existente que era verdaderamente  fuente de gran riqueza para nuestras culturas y que el respeto y la valoración de nuestra diversidad contribuyen al dinamismo social y económico, y son factores positivos para  la cohesión social, el desarrollo humano, los derechos humanos,  la coexistencia pacífica, la no discriminación, la aceptación a lo que parecía diferente pero que al conocerse podrían comprenderse.
El aprender a querer al resto, en buscar la armonía y la paz que se estaba perdiendo o que ya estaba perdida.
Pensar en el resto, tener empatía, ser solidarios y no sólo buscar nuestro propio beneficio o  bien sin importarnos el resto que de verdad sufría al no ser libres, no ser indiferentes ante los demás.
Yo creo que José María Arguedas quería eso que nos diéramos cuenta de lo que sucedía o mejor dicho de lo que hacíamos a los indígenas que también eran seres humanos de carne y hueso, como ellos que también sentían y padecían y que no merecían lo que les pasó, que estaban sumisos por temor a la gran violencia con la que se les trataba.
A pesar de su padecimiento en su niñez por diversos maltratos me parece que trató de superarse conforme iba creciendo estudiando mucho, cuando su padre lo recogió después de que el abandonara la casa de su madrastra, lo acompañó a sus frecuentes viajes laborales conociendo cientos de pueblos, luego se fue como interno en el Colegio Miguel Grau de los Padres Mercedarios, mientras su padre continuaba su vida itinerante. Dichas peripecias a través del sur del Perú y su internado en el colegio abanquino serían evocadas después en su novela "Los ríos profundos", su obra maestra.  Recibiendo en el Perú el Premio Nacional de Fomento a la Cultura “Ricardo Palma” Creo que con esta novela marcó el comienzo de la corriente indigenista, pues presentaba por primera vez una lectura del problema del indio desde una perspectiva más cercana haciéndonos lo ver mejor y claro.
Lo que pienso es que nos hacía ver mecanismos de discriminación y etnocentrismo hacia de los pueblos indígenas.
Quiero decir el creerse superior. Este hecho se refleja por ejemplo en los peyorativo que daban a los indígenas y en las expresiones positivas que los europeos se aplicaban así mismos. Dentro de esta ideología, juzgaban a los indígenas en relación a su propia cultura o grupo particular, especialmente en lo referido al lenguaje, las costumbres, comportamientos, religión y creencias.
Estas diferencias de formas de pensar y actuar son las que creo en mi opinión quería resaltar José María Arguedas en sus obras.
La discriminación e indiferencia todavía hoy en día existe a pesar de los muchos esfuerzos que se hace para que termine, gracias a la incomprensión y no entendimiento hacia a los demás,  el mundo esta separado por las formas de pensar, creer, actuar u origen.
La ambición existente en ese entonces hacía que las cosas no cambiasen y José María Arguedas mediante sus escritos quería lograr que acabase el dolor, las indiferencias por la raza, y lo terriblemente que se hacía gracias a eso.
Aprender a apreciar y querer el medio donde vivimos creo que es el primer paso para la verdadera valoración a la diversidad de nuestro alrededor.
La cultura abarca una gran variedad de características lingüísticas, raciales, étnicas, sociales y espirituales, por nombrar sólo algunas, que ayudan a definir la identidad de una sociedad, una comunidad o un país. La diversidad cultural tiene profundas repercusiones sobre la sociedad y los derechos humanos, y cada vez más se la percibe como un factor importante del desarrollo y la mejoría para todos.
Es muy importante tomar en cuenta eso.
Sus obras para mí reflejan un gran sentimiento de parte de José María Arguedas como se dice “ver para creer” y el vio esa parte que los demás no observaban y recopiló sus experiencias o vivencias convividas con los pueblos indígenas, sufrió en carne propia el desprecio de los costeños hacia los serranos.
Tenía sensibilidad por la marginación y quería sacarla a flote para que la vieran y reconocieran y no dejarla como si no existiera.
Ganó diversos premios por sus obras, tuvo grandes cargos, fue maestro de varias escuelas en Lima, viajó a países de Europa. A pesar de tener grandes logros personales y profesionales había caído en depresión, pero siguió escribiendo. Ya que había ido a un psicólogo y este le había recomendado seguir escribiendo, que no parase.
Fomentó en sus obras mensajes sobre lo  multicultural que tenía el Perú, hacer intercambio de informaciones sobre las culturas, para aprender más sobre ellas, analizarlas y no excluirlas.
José María Arguedas es un creador genial, irremplazable, vital, multidimensional, reformador de una nueva nacionalidad, gran apasionado en las trincheras del arte y la reflexión.
Entender al Perú como totalidad social, donde lo indígena, lo campesino, lo andino, lo cholo, exacerbado, excluido, minimizado o ignorado era su especialidad, su gran comprensión y paciencia era lo que le hacían pensar así a mi parecer.
Aunque también él podría haber querido que hagamos interculturalidad, que es la interacción entre culturas que reconocen su diversidad en condiciones horizontales de equidad.
La lógica de la interculturalidad plantea no terminar con las diferencia, sino hacer una convivencia armónica, es decir, no hacer prevalecer las particularidades porque terminaríamos eliminando la identidad de otros humanos.
Algo que también puede que sea muy probable por  lo menos yo lo creo así.

La identidad cultural está relacionada con la interculturalidad, la identidad cultural plantea que la cultura debe ser considerada como un conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y de las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y costumbres,
Creo yo que la identidad cultural se va construyendo a lo largo de todo el proceso de desarrollo de una persona, e incluso podría involucrar el pasado histórico de la persona.
Cada cultura es única, pueden tener ciertos parecidos pero jamás serán iguales, saber quiénes somos de dónde venimos es muy importante para la identidad de cada persona y no debemos perderla.

Aprender a aceptar al resto tal y como es lo que tal vez probablemente él quería, sin dejar de ser nosotros, no perder nuestra identidad al convivir con otros, más bien todo lo contrario, compartir nuestros conocimientos, sentimientos, formas de pensar y así poder convivir en mejores condiciones.
Los valores son muy importantes para coexistir también, ya que sin ellos seríamos unos mediocres.
La humildad, la empatía, la honestidad, el respeto y la solidaridad deben resaltarse mucho si es que se quiere llegar a vivir pacíficamente, y no sólo es resaltarlos sino también poner los en práctica y así cumplir como personas que somos.
Deseaba tal vez José María Arguedas que compartamos mutuamente la historia de cada cultura, su  forma de vivir, ya que no vivían igualmente, lo que podíamos hacer para vivir mejor y no seguir con la indiferencia.

Sus creencias por divinidades religiosas por ejemplo también eran diferentes pero si analizaban bien podrían guardar relación, nada más por la diferencia lingüística tal vez era porque no se comprendían.
Tenían ideas diferentes uno del otro, pero la vanidad y la ambición traída por los europeos lo cambió todo, ya que los indígenas tenían mucho oro eran muy ricos en diversos aspectos, entonces ellos decidieron aprovecharse de esos bienes con los que el Perú había sido bendecido.

José María Arguedas también escribió poemas donde asumía conscientemente la tradición de la poesía quechua, antigua y moderna, y que convalidan con la visión del mundo que la anima, revitalizando sus mitos esenciales y condensan en un solo movimiento la protesta social y la reivindicación cultural.
La valoración de la infancia (ingenuidad, comunidad) y la inmersión de José María Arguedas en la naturaleza son motivos que dejan de ser un tema y se convierten en el modo de visión.
Esas podrían ser su formas de ver al mundo o sea su cosmovisión y que podría hacer por el para mejorarlo, sobre todo la parte de su entorno donde ya había experimentado más el mal y el sufrimiento.

Todo esto demostraría que José María Arguedas se preocupaba por los demás y que era una buena persona. Tratando de explicar y dar a conocer lo que se negaba ver pero que estaba presente, mostrando la variedad cultural que había que el Perú, que no podía ser idéntico en todas partes que todo tiene diferencias, pero que aun así el Perú puede estar unido conviviendo como mejor sea posible en beneficio de todo y no solo de algunos cuantos.

El reconocer que somos distintos es muy bueno, ya que así se podría  analizar los diferentes puntos de vista, los sentimientos, los deseos de todos y así elegir lo correcto.
Ser democráticos y respetuosos, respetando las ideas, creencias o sentimientos contrarios a los tuyos.
En sus obras e podido leer algunas costumbres usadas por los indígenas que eran rechazadas por los europeos y que yo sé que eran sometidos a tener costumbres o tener creencias iguales a ellos. Nos estaban quitando la libertad de ser nosotros.
Esta por ejemplo algo que se sabe, la religión, la imposición de que los indígenas se vuelvan católicos. 
También el aprender hablar español para poder comunicarse era necesario sí, pero no obligatorio ni de la manera en que lo impusieron.

Él siempre explicaba los prejuicios racistas, regionalistas y anticapitalistas. José María Arguedas sacrificó su talento y su fama de buen escritor por inclinarse demasiadamente al realismo indigenista, pero no desistió continuó defendiendo al pueblo indígena.

Él en sus obras no busca necesariamente el uso de un estilo formal y estético, sino que por encima de eso busca resquebrajar esos muros que han mantenido oprimidos a los indígenas por tanto tiempo.

 Es así como José María Arguedas lucha por la preservación de la pluriculturalidad y multilingüismo en el Perú empleando en sus obras las dos lenguas de las cuales él tiene conocimiento el quechua y castellano y que no busca imponer una encima de la otra, sino que trata de que éstas traten de complementarse, pues si bien son lenguas distintas, ambas muestran una sola sensibilidad: la del peruano.

Arguedas siempre hablaba de lo social y cultural, proponiendo nuevos enfoques en una nación donde hay mucha diversidad pero a la vez hay hostilidades y discriminaciones entre unos y otros. Tal vez el mestizaje para Arguedas estuvo por encima de todo porque buscaba que haya una igualdad entre todas las personas del Perú, y no que haya esa desigualdad que hasta nuestros días permanece donde unos salen más beneficiados que otros a raíz del sacrificio de la mayoría.

En la actualidad la mayoría de países, especialmente hispanoamericanos, son culturalmente diversos. Esta diversidad plantea una serie de cuestiones importantes y potencialmente conflictivas. Así, minorías y mayorías se enfrentan cada vez con más insistencia respecto a temas como derechos lingüísticos, la autonomía regional, la representación política, las reivindicaciones territoriales, la política de inmigración, ahora último se habla, por ejemplo, de los cambios de nacionalidad.

El Perú es un país infinito mediante el conocimiento de todo cuanto se descubre en el mismo. No creo que  halla país más diverso, más múltiple en variedad terrena y humana; todos los grados de calor y color, de amor y odio, de manera de pensar y actuar o de sentir.

Creo yo que él tenía una mirada más profunda a la literatura con respecto al conflicto de la identidad peruana, y las diferentes variedades de culturas que abarcan en nuestro país.

El sí aprendió a vivir, ver y reconocer a su entorno de la manera más clara que creo que pudo, con una mirada no sólo a lo exterior sino también a lo interior de las personas.
Para  José María Arguedas estos dos mundos que se habían encontrado le fue muy importante aprendiendo de ella a lo largo de su vida y mostrándolas en sus obras como una forma de incentivar al cambio y aceptación de dos culturas diferentes.
Empleando sus propias vivencias como un pequeño puentecillo que permita unir el mundo el cual tiene tanta variedad.

Pienso que deberíamos a aprender de él viendo las cosas no como las queremos ver sino como son en realidad.
Debemos querer lo que tenemos en el Perú, si pensamos que unos son mejores que otros no vamos a llegar a ningún lado, pensemos pues que sin la existencia de una cultura o una lengua, el Perú simplemente no sería Perú. No tendríamos ninguna identidad, no tendríamos ese sentimiento de pertenecer, de ser parte de algo. No seríamos nada.
Nosotros que tenemos diversidad cultural no sabemos cuidarla, valorarla, ni conservarla y eso debería ser diferente.

“El zorro de arriba y el zorro de abajo” fue su  última obra póstuma que no la acabó, porque se suicido, pero en sus páginas traza una explicación de la crisis que lo llevó al suicidio.
Sus textos están caracterizados por la presencia de lenguas y culturas del Perú.
Mi forma de pensar como fue que pensó José María Arguedas que era el Perú, son esos diferentes puntos de vista que he tenido de él, partiendo de cómo fue su vida  y qué lo llevo a escribir con ese sentimiento de afecto y tristeza hacia la vida de aquellos pobres que padecieron en esas épocas y la venida de otros que los sometieron cruelmente.
Está es una persona increíble no lo creen, bueno para mí si lo es. Es verdad, ahora lo ven, él nos hizo conocer y reconocer el encuentro de dos mundos como ningún otro.

2 comentarios:

  1. muy bien haha exlente trabajo laky

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